Monasterio Notre Dame du Saint Désert, 5 de enero de 2021

COMUNICADO DE PRENSA

Las Hermanas de la Familia monástica de Belén instauran una oficina de escucha y hacen balance de su camino de conversión.

Desde 2017, las monjas de Belén, a raíz de la Visita Apostólica iniciada en 2015, siguen un camino de conversión, según las orientaciones dadas por el Dicasterio de la Vida Consagrada. El Consejo Permanente de las monjas, integrado por la nueva priora general, seis hermanas consejeras designadas por Roma y los asistentes apostólicos: el padre Jean Quris (diócesis de Angers) y la madre Geneviève (OSB), que visitaron los monasterios de Francia e Israel, está decidido a avanzar en este trabajo de verdad y reforma.
Este camino ha pasado por una toma de conciencia progresiva y dolorosa de las consecuencias que ha tenido para algunas hermanas una concepción idealizada de la autoridad, o basada en una comprensión errónea de la obediencia monástica, llevando consigo abusos de autoridad o de conciencia, y casos de dependencia afectiva.

La hermana Emmanuel, actual priora general, y las hermanas del Consejo Permanente, han escuchado a hermanas que han salido de la Familia monástica. Desean expresar, en nombre de la comunidad de las monjas, hasta qué punto han tomado conciencia de las heridas y traumas que tales disfunciones han causado en estas hermanas, en su autoestima, su libre albedrío y su relación de confianza respecto a la Iglesia, todo lo cual va a requerir una reconstrucción lenta y difícil. Les piden profundamente perdón.

Para mejorar la acogida y la escucha a estas personas que han sido heridas y tomar en cuenta sus quejas, según las exigencias de la verdad y la justicia, el Consejo Permanente de las monjas establece una oficina independiente de escucha. Está formada por dos psicólogos expertos en estos temas, un padre abad emérito benedictino, una monja benedictina, un ex magistrado también competente en derecho canónico y un abogado. Esta oficina de escucha está encargada de recibir los testimonios, recomendar al Consejo Permanente los pasos necesarios para hacer justicia a las víctimas, y emitir recomendaciones para la continuación del trabajo de reforma.

Se puede contactar en francés con la oficina de escucha: cellule.ecoute.FMB@gmail.com

Como consecuencia de las conclusiones de la Visita Apostólica, se ha emprendido un camino de conversión y ya se han llevado a cabo pasos en estos últimos años. El servicio de la autoridad madura progresivamente, gracias al ejercicio de la colegialidad, tanto para la priora general como para las prioras locales. Los Capítulos locales y los Consejos recuperan su papel de consulta y toma de decisiones, en especial para las etapas de admisión y los compromisos de las hermanas por la profesión.

Desde 2017, han tenido lugar sesiones de prioras y de vicarias, recibiendo la ayuda de ponentes externos (teólogos, psicólogos, monjes), a la luz de los últimos textos del Magisterio y de la CORREF (Conferencia de los Religiosos y Religiosas de Francia) y con la aportación de testimonios de personas heridas. Estos encuentros han permitido una evolución, en particular en cuanto a una mejor circulación de la palabra y de la información dentro de los monasterios y entre ellos, un discernimiento atento y el acompañamiento de vocaciones, y la posibilidad de pedir ayuda a personas especializadas externas a la comunidad. Estas sesiones han sido por otra parte ocasiones para avanzar en una reflexión sobre la manera justa de ejercer la autoridad y de vivir la obediencia, al servicio del crecimiento de la persona en Cristo.
La última reunión de las prioras, de noviembre de 2020, con ayuda de los asistentes apostólicos y de Anne Lannegrace, psicóloga y psicoanalista, ha marcado una etapa importante en la toma de conciencia de las prioras sobre la manera de ejercer el servicio de la autoridad. Al finalizar esta sesión, las prioras han manifestado su adhesión a la publicación de este comunicado, a la constitución de la oficina de escucha, mostrando así su determinación de ir hasta el final de este camino de conversión que quedará reflejado en las próximas Constituciones.

Los monasterios se han implicado en este camino desde 2017, primeramente, recibiendo los puntos subrayados por el Dicasterio al final de la Visita, luego a través del trabajo de revisión de las Constituciones de la Familia de Belén, solicitado por la Congregación de Religiosos.
Para acompañar este trabajo de reforma de las Constituciones, el Dicasterio ha nombrado dos consejeros, en particular para cuestiones canónicas: los padres Dumortier (sj) y Toxé (op). Este trabajo se realiza consultando regularmente a las profesas perpetuas, lo cual permite reflexiones e intercambios de puntos de vista en una sana libertad de expresión y una toma de conciencia de los hábitos que se deben corregir. Los textos definitivos serán votados en el próximo Capítulo General de las monjas, previsto para el 2021, y luego serán sometidos a la aprobación de Roma. Se convertirán así en los textos de referencia de las hermanas de Belén.

Todas estas etapas se viven en comunión con los hermanos de la Familia monástica de Belén y su asistente apostólico, y en relación estrecha con el Dicasterio para la Vida Consagrada (CIVCSVA).

La hermana Emmanuel, priora general, precisa: “Somos conscientes de que este trabajo requiere tiempo, paciencia, perseverancia. El establecimiento de la oficina de escucha responde a nuestro deseo profundo de hacer justicia y reparación a las personas que han sido heridas dentro de nuestra Familia, y pedirles perdón. Nos comprometemos totalmente en este camino. Nuestro último Consejo de prioras ha marcado una etapa importante y estamos decididas a ir hasta el final. A pesar de todos nuestros errores y faltas, somos testigos del Amor de Dios y del gozo profundo que experimentamos en nuestra vocación monástica, siguiendo a Cristo. Es nuestra responsabilidad purificar lo que aún necesita purificación para que la vida evangélica según el Espíritu pueda desarrollarse plenamente. Nuestra esperanza en el futuro de nuestra Familia se ve reforzada por el estímulo del Dicasterio, que nos ha reafirmado el valor del carisma propio de nuestra Familia monástica, atestiguado también por los asistentes”.

En noviembre, los asistentes apostólicos se dirigieron a las prioras con estas palabras: “Ha llegado el momento de reconocer claramente los errores y faltas del pasado, para que el carisma que habéis recibido se pueda vivir en plenitud. Como todo carisma, tiene algo único y valioso que aportar a la Iglesia. El camino recorrido con vosotras durante más de cinco años, nos ha convencido de ello”.

La rama de las hermanas de la Familia monástica de Belén fue fundada en 1950 y cuenta con unas 550 hermanas repartidas en 29 monasterios en 15 países. Viven una vida monástica ofrecida en la adoración del misterio de la Santísima Trinidad, con la Virgen María, en el silencio, la soledad, la comunión fraterna, la liturgia y el trabajo.

Contacto de prensa: contact@bethleem.org

* Se está buscando cómo atender a personas de otras lenguas que quieran dar su testimonio.